Friday, November 4, 2011

Inaudita Conagua

Hola, les comparto esta nota publicada en Milenio.


  • 2011-10-30•Acentos

La tragedia de Cuatrociénegas tiene como raíz el uso insustentable del agua ahí.

El pasado jueves recibí una invitación para un encuentro, organizado por Conagua al día siguiente, en Cuatrociénegas. A pesar de mi interés era prácticamente imposible cambiar mi vida en unas horas para poder estar ahí. Molesto, les contesté que gracias, pero no gracias. Para enterarme de la tragedia sin orilla que es la muerte de Cuatrociénegas no requiero ir a encerrarme a escuchar una plática de un funcionario de Conagua. La misma invitación se la cursaron a la Dra. Valeria Souza a sabiendas que, ubicada en el DF, menos podría asistir. Parecieran infinitos el cinismo y la desvergüenza de los funcionarios bajo cuya responsabilidad está muriendo un sitio único para entender quienes somos y qué es este planeta emproblemado.
La tragedia de Cuatrociénegas tiene como raíz el uso insustentable del agua ahí. Ese uso insustentable -que ocurre ahí, aquí y en todo México, se debe a la mala administración de Conagua. Dentro de Conagua es más que frecuente referirse al agua como “el recurso”. Esto denota una visión miope sobre los valores, los bienes y los servicios que nos da el agua. “El recurso” habla de una visión estrecha del agua como insumo para la producción. Una visión que en un tiempo permeó a la sociedad toda, pero que al paso del tiempo, va dejando a Conagua sola sosteniendo esta visión parcial y dañina. “El recurso” ve al agua como una mercadería cuando no lo es ni puede serlo. El agua, y su cambio de estado y de lugar es lo que ha propiciado y ha moldeado el milagro sagrado que es la vida. Pero visto está que el concepto de sacralidad no cabe en la visión del “recurso” que sobre el agua tienen nuestras autoridades.
Justo es decir que el uso insustentable del agua -lo que nos tiene envenenándonos trago a trago a los laguneros y que ha matado pozas, peces y tortugas en Cuatrociénegas, es también responsabilidad del abuso de los agricultores que extraen más agua de la que tienen derecho o abren tierras al cultivo sin miramientos hacia la ley ni consideraciones al daño que su actividad inevitablemente causa en el sitio donde se desarrolla.
Pero resulta francamente intolerable saber que este viernes, en el sitio de su crimen, los funcionarios de Conagua se atrevieron a hablar del uso sustentable del agua en Cuatrociénegas cuando a unos cuantos metros, si uno baja la voz, puede escuchar el desesperado coleteo de los peces contra la tierra seca del Churince, atragantándose desesperados de aire, desprovistos del agua que les es indispensable para vivir. Peces de un linaje que había soportado todo. Que había soportado el impacto del cometa que extinguió a los dinosaurios, que aguantaron varios ciclos glaciares y de calentamiento global como no hemos visto los humanos, con bosques en el Ártico. Que libraron cataclismos sin número. Pero que fueron incapaces de sobrevivir nuestra avaricia, nuestra estupidez y la inaudita desvergüenza de quienes administran, digo, es un decir, el agua de México.

twitter.com/fvaldesp

fvaldes@nazasvivo.com

No comments:

Post a Comment