Tuesday, October 16, 2018

Requiem al Churince


16 de Octubre 2018

Requiem por un ecosistema, muere el Churince.

Luis y yo estuvimos un año de sabático en Minneapolis alejados de Cuatro Ciénegas físicamente pero no intelectualmente ya que la mayor parte del sabático estuvo dedicada a escribir sobre este oasis extraordinario que sobrevivió a todo, pero no a nosotros. El producto más importante de este sabático fue para mí la demostración del mundo perdido de Cuatro Ciénegas utilizando una colección de 2500 cepas de Bacillus (uno de los géneros bacterianos mejor conocidos del mundo) del Churince las cuales al ser genotipificadas con un gen diagnóstico el 16S rDNA y fechadas con reloj molecular nos dimos cuenta que solamente el Churince, cuando tenía agua, aumenta el número de especies de este género en un 20%. Estas no solo son especies nuevas sino marinas y muy antiguas. Ya teníamos indicios aislados de este mundo perdido en estudios previos, pero aquí demostramos una primera migración masiva de Bacillus asociados a sedimento marino que se separaron de sus hermanos marinos hace 680 millones de años, en un periodo llamado Ediacariano, al final del Precámbrico, que es donde inicia la evolución de los animales. Pues resulta que, para que pudieran evolucionar los animales, primero tenía que cambiar la química del mar, el cual era muy rico en azufre y pobre, no solo en oxígeno, sino también en un elemento esencial para la vida que es el fósforo. Las bacterias llevaban miles de millones de años robando fósforo de cualquiera que muriera a su alrededor o de las rocas, haciendo de los estromatolitos y tapetes microbianos fábricas súper eficientes de reciclado de todos los nutrientes, razón por la cual fueron dueños del planeta por tanto tiempo. Sin embargo, los primeros protozoarios que evolucionaron sobre los estromatolitos no eran tan buenos reciclando, tampoco lo eran las primeras microalgas o los primeros hongos, por lo tanto no eran ni abundantes ni complejos. Sin embargo, esto cambió cuando, en el sitio donde está Cuatro Ciénegas, en las costas del sur de Laurentia (el corazón de Norte América) se empieza a romper el súper continente Rodinia hace 800 millones de años y este nuevo mar abre más playas para los estromatolitos. Recordemos que en los estromatolitos evolucionaron todos los tipos de fotosíntesis, por lo cual, estas comunidades fijan el CO2 de la atmósfera en sus arrecifes. Esta actividad metabólica precipita una congelación global llamada Sturniano, que libera, por la erosión causada por los hielos, el fósforo atrapado en las rocas continentales, este fósforo se oxida al contacto con el oxígeno atmosférico que habían liberado los mismos estromatolitos formando fosfatos (PO4) que es la forma favorita de usar fósforo para la vida. Con el deshielo, llega a las playas agua fresca, rica en oxígeno y PO4 y las primeras micro-algas tuvieron la oportunidad de su vida y crecen haciendo un bloom verde que vuelve a capturar en sus células el CO2 de la atmósfera precipitando una segunda glaciación, llamada Marinoan, que repite la erosion liberando aún más PO4, el cual nuevamente entra al mar junto con el oxígeno que las algas producían con su fotosíntesis en la superficie. Es en este momento donde inicia la evolución de los animales y con ellos la creación de sus hogares: hoyos, galerías y madrigueras pequeñitas al principio, pero con consecuencias tremendas para la ecología marina, ya que estos movimientos oxigenaron los sedimentos marinos y estratificaron la columna de agua, el mar se volvió finalmente azul. 
Los Bacillus del Churince son testigos de este evento extraordinario que marcó el futuro del mundo. Otra gran migración de linajes marinos de Bacillus, fueron los acuáticos que entraron al romperse otro súper continente, Pangea hace 180 millones de años, también en las costas de Laurentia dónde está Cuatro Ciénegas, separando el hemisferio Norte del sur formándose en medio el mar de thetys, lo interesante es que aunque Cuatro Ciénegas estuvo en contacto con el mar otros 150 millones de años, lo que persistió, fue esa primera ola de migrantes marinos del Jurásico. Todo esto lo que demostramos en un artículo por publicarse en eLIFE. para nosotros el secreto, es que estas comunidades sobrevivieron JUNTAS formando una especie de “burbuja multidimensional” denominada nicho, pero en este caso no de cada especie individual, sino a nivel comunidad, ya que todas ellas son co-dependientes entre ellas. En esta burbuja también están sus depredadores más feroces, los virus, los cuales son parte importante de la dinámica de nutrientes y de la enorme diversidad que mantuvieron estas comunidades que no se extinguieron porque permanecieron co-evolucionando JUNTAS. 
Esto cambió en los últimos 10 años donde empezamos a ver que bajaba de manera consistente el agua, volviéndose más grave en verano de 2016 donde las comunidades de bacterias del agua, como Pseudomonas características de la laguna intermedia se empezaron a extinguir, porque sus compañeras con las que compartían el agua ya no estaban. Esto fue tremendo y fue el anuncio de la muerte definitiva del ecosistema, un sitio que había sobrevivido a 5 grandes extinciones al siempre tener agua baja en fósforo (como el mar del pasado), el efecto magmático de la sierra de San Marcos y sol, no nos sobrevivo a nosotros, no aguanto al Antropoceno. 
¿Que nos dice esa tragedia? Nos dice en parte, que el humano en su soberbia y su ignorancia no se da cuenta de su entorno y cree que el modificarlo no tiene consecuencias; por eso el mundo está muriendo. En cuatro ciénegas, el abrir canales en los manantiales y abrir pozos en el desierto para regar cultivos sedientos es la ruina de los acuíferos y sin agua no hay vida ¿Qué tipo de especie somos??.
El Churince ya tiene en sus lagunas plantas en lugar de agua, lo que se perdió en este ecocídio fue parte importante de la memoria planetaria. Si no actuamos rápido a cambiar el uso del agua en el desierto, el resto de Cuatro Ciénegas morirá y con ello la esperanza de un mejor futuro no solo para su población sino para México.